Han pasado seis años desde que Airbourne publicaran su último trabajo, pero el silencio ha terminado de la forma más estruendosa posible. Los titanes del hard rock australiano han vuelto con “Gutsy”, un single que encarna toda la energía, la actitud y la rabia que los convirtieron en uno de los grupos más electrizantes del panorama rockero contemporáneo. Tras su paso por el Rock Imperium Festival, donde demostraron que siguen siendo una apisonadora en directo, la banda ha iniciado una gira europea que traerá su poderío sonoro a España en tres fechas ineludibles: el 24 de marzo en la Razzmatazz 1 de Barcelona, el 25 de marzo en La Riviera de Madrid y el 27 de marzo en la Santana 27 de Bilbao.
“Gutsy” no es solo una nueva canción: es el grito de guerra de una banda que se niega a ser domesticada por el paso del tiempo. Airbourne siempre han representado una filosofía muy concreta: la de vivir y morir sobre el escenario, con una guitarra en las manos y una cerveza en la otra. En este nuevo tema, esa actitud se amplifica hasta el extremo. Es un rugido de supervivencia, una declaración de resistencia ante la adversidad, una inyección de pura adrenalina que deja claro que su fuego sigue intacto.
Joel O’Keeffe, el carismático líder y vocalista del grupo, lo resume con su habitual vehemencia: “Cuando todo está en tu contra, cuando el avión aterriza con un solo motor en llamas, cuando todo lo que valoras está en juego… tienes dos opciones: rendirte o luchar. ¡Y nosotros hemos elegido luchar! Get Gutsy!”. Sus palabras no podrían definir mejor el espíritu que impulsa esta nueva etapa del cuarteto, una formación que nunca se ha rendido, ni siquiera en los momentos más duros de su carrera.

Acompañado por su hermano Ryan O’Keeffe a la batería, el bajista Justin Street y el nuevo guitarrista Brett Tyrrell, Joel ha conseguido mantener viva la llama que encendieron a mediados de los 2000 con su disco debut Runnin’ Wild. Desde entonces, Airbourne se han consolidado como una de las grandes bandas de hard rock del siglo XXI, herederos naturales de la tradición más pura de AC/DC, Rose Tattoo o Motörhead, pero con un pulso contemporáneo que los hace únicos. Su música no busca reinventar la rueda: pretende hacerla girar a toda velocidad hasta que chispee.
“Gutsy”, producido por Brian Howes y mezclado por Zakk Cervini, con la ingeniería del legendario Mike Fraser (conocido por su trabajo junto a AC/DC y Metallica), es una bomba de relojería que captura la esencia más visceral del grupo. Desde el primer acorde, que golpea como un cañonazo, la canción despliega riffs afilados, un ritmo de batería demoledor y un estribillo que invita a gritar con los puños en alto. Es el tipo de composición que hace que el oyente quiera acelerar el coche, destapar una cerveza o subirse a un escenario.
El sonido es sucio, potente y directo, sin florituras ni artificios. Es Airbourne en su forma más pura: guitarras que rugen, una voz desgarrada que canaliza toda la energía del rock clásico, y una producción que potencia su crudeza sin restarle dinamismo. La mezcla de Cervini otorga al tema una pegada contemporánea, pero conserva esa sensación de autenticidad que siempre ha sido marca de la casa. Se nota la mano de Fraser en cada detalle, en la forma en que la batería se abre paso como un martillo y en cómo las guitarras se entrelazan con una precisión casi quirúrgica.
El regreso del grupo llega en un momento en que el rock necesita referentes que no teman sonar a rock. Mientras muchas bandas se diluyen en fusiones o experimentos estilísticos, Airbourne reivindican la pureza del género con una honestidad brutal. No hay espacio para las medias tintas: lo suyo es una celebración del ruido, la velocidad y la actitud. Y “Gutsy” no solo suena a eso, sino que lo encarna en cada nota.
El videoclip que acompaña el lanzamiento —rodado con la estética sudorosa y desbordante que siempre ha caracterizado a la banda— es una extensión visual de su filosofía. Guitarras volando, cerveza derramándose, luces parpadeantes y una energía que traspasa la pantalla: todo en él grita Airbourne. Cada fotograma parece diseñado para recordarnos que, por encima de todo, el rock sigue siendo un espectáculo físico, visceral, de contacto y de exceso.
El anuncio de su gira europea ha encendido a los fans, especialmente en España, donde Airbourne gozan de una legión fiel que ha crecido con cada visita. La Razzmatazz de Barcelona, La Riviera de Madrid y la Santana 27 de Bilbao se preparan para noches de alto voltaje, sudor y riffs infinitos.
Con “Gutsy”, los australianos no solo marcan su regreso discográfico, sino que también lanzan un mensaje al mundo: el rock sigue vivo, y ellos son uno de sus guardianes más feroces. En una época dominada por algoritmos y tendencias efímeras, Airbourne reivindican la autenticidad de una banda que sigue girando por amor al ruido, al escenario y a su público. Su música no pretende agradar a todos, sino sacudir a los que aún creen que el rock es una forma de vida.
Las entradas para sus conciertos en España ya están a la venta a través de www.madnesslive.es








