Al hablar con Itziar Yagüe, queda claro que su relación con la música va más allá de la interpretación: es una extensión de su propia esencia. Con una voz elegante y un profundo respeto por la tradición musical, ha trazado un camino que la ha llevado a consolidarse como una artista con identidad propia. Conversamos con ella sobre su trayectoria, sus influencias y la industria musical actual, en una charla en la que la pasión y la sinceridad fueron las protagonistas. Aquí os dejamos el resumen.

Fotografía: Alex Sanz
Hola Itziar. Muchas gracias por tu tiempo. Cuéntanos un poco sobre tu recorrido musical. ¿Cómo empezó todo para ti?
Mi recorrido musical se compone de dos fases, a las que separan unos 20 años. De pequeña estudié solfeo, canto, piano… pero dejé el aprendizaje musical cuando empecé la universidad. Ya de adulta me di cuenta de que necesitaba cantar, necesitaba el contacto con la música, así que estuve en distintas bandas de diversos estilos y durante ese período lo aprendí todo sobre el escenario. Y un buen día de 2019 llevé una canción mía a un ensayo y a mis músicos les gustó, y me animaron a que hiciera más. Ese fue el punto de inflexión, porque lo siguiente ya fue grabar mi Delicious. Seis años y tres discos más tarde aún estoy incrédula. Satisfecha, pero incrédula.»
¿Y hubo algún momento o persona clave que te hizo decir: «quiero dedicarme a la música»?
A los 34 años, hubo un percusionista cubano que conocí en Londres que me oyó cantar durante una reunión informal de amigos. Me preguntó si tenía una banda, a lo que contesté que no, y me dijo: “si usted no está cantando, está perdiendo el tiempo”. Y tenía razón. En cuanto volví a Madrid me puse a buscar grupo. El resto ya te lo he contado un poco más arriba.
Itziar, tú Vienes del jazz, un género con una gran historia y mucho respeto por la tradición. ¿Cómo ha influido en tu identidad musical?
Bueno, yo creo que más que un estilo musical, me ha influido una era y una manera específica de hacer las cosas. La música que se hacía cuando el entretenimiento estaba basado en la música en directo, que además era la que se emitía en la radio, en la tv, esa es la música que más me gusta, con una preferencia muy clara por el blues femenino clásico de los años 20. Pero amo el soul, el r&b, el funk, el jazz, el swing, las músicas de Cuba y Brasil… En general me siento muy atraída por las músicas de herencia afroamericana y los estilos más clásicos.
Hablemos de tu voz… Para mi con una elegancia particular. ¿Cómo describirías tu sonido en tus propias palabras?
Te agradezco mucho el comentario. Yo busco la autenticidad, creo que esta música no admite imposturas ni fuegos artificiales y el público lo agradece, porque ya hay muchas propuestas musicales basadas en el humo. Quien viene a verme quiere verdad.

Fotografía: Dani Mata
Mucho humo, estoy de acuerdo jejeje.., y hablando de autenticidad… ¿qué te inspira más: experiencias personales, historias ajenas o el momento en sí?
Mi música es tremendamente personal hasta en eso, prácticamente todas mis canciones se basan en experiencias personales. He escrito con ironía, con ira o con nostalgia sobre el amor. He escrito sobre la seducción, pero también sobre la violencia contra las mujeres e incluso escribí una canción para mi padre. Convierto mis vivencias en canciones, porque todo pasa, pero las canciones se quedan.
¡Esa frase final me ha encantado! ¿Y tienes algún ritual o proceso especial cuando te enfrentas a una nueva canción?
No puedo forzar escribir canciones, me tienen que salir y durante bastante tiempo no me salían, quizá fue una secuela del confinamiento. A la hora de escribir una canción necesito hallarme en un estado de ánimo muy concreto, entre relajada y concentrada, ahí surgen las ideas que luego me siento a concretar con el teclado. Aunque he escrito canciones en la playa, en la cama, en muchas partes, quizá donde mejor me salen sea en el tren, no sabría decirte por qué.
¿Y algún artista/s que han marcado tu camino, tanto dentro como fuera del jazz?
Estamos hechos de la música que escuchamos y yo he escuchado muchas voces femeninas clásicas, desde Aretha Franklin hasta Sarah Vaughan, pasando por toda la Motown, Stax, Atlantic… diría que en los últimos diez años es Bessie Smith la figura que más me ha influido. En general, las artistas con grandes voces y mucho carácter son mis favoritas.

Fotografía: Dani Mata
Mátame pero no conocía a Bessie Smith… ¡Ya tengo deberes! Y si pudieras elegir a cualquier músico, vivo o fallecido, para una colaboración, ¿quién sería y por qué?
¡Es muy difícil contestar a esa pregunta! Quizá Stevie Wonder, el último de los grandes que nos queda. Ya solo con conocerlo me desmayaría de emoción. Pero muy probablemente mañana te contestaría otra cosa. Pink Martini, por ejemplo. Me gustaría grabar con ellos.
Aun así tú ya has trabajado con músicos increíbles. ¿Alguna colaboración que haya sido especialmente significativa para ti?
De mi amistad y colaboración con Greg Izor, el músico texano, salió mi segundo disco, Girl like me (2023), del que estoy muy orgullosa. Y de la devoción que los dos sentimos por Bessie Smith ha salido el tercero, a dúo con el excelente pianista Paul San Martín. Un sueño por fin materializado. Tengo la inmensa suerte de que todos los músicos a los que he llamado para tocar o grabar me han dicho que sí.
¡Enhorabuena! Está claro que ese tipo de cosas son las que te demuestran que por mal camino no vas, aunque todos a veces suframos cuando vemos que cuesta sacar proyectos musicales adelante. Cambiando de tema, el jazz tiene un público fiel pero también una cierta barrera para nuevas audiencias. ¿Cómo ves el futuro del género?
Es un problema muy grave que incluso las propuestas de jazz más moderno solo convoquen a mayores de cuarenta años, pero realmente pienso que no es un problema del jazz, sino que afecta a toda la música en directo. No ves a jóvenes de veinte años en los bolos de las salas, ni siquiera se paran a escuchar a alguien que está tocando en la calle. Siempre pongo el mismo ejemplo: hay gente que cree que la leche viene de los tetra briks porque nunca han visto una vaca. Con la música en directo pasa lo mismo: no hay relevo generacional en el público porque la música en directo no forma parte de su ocio, no han visto nunca a músicos tocando instrumentos, solo han visto vídeos de estrellas del pop o del trap cantando sobre bases grabadas. Gente que no compra una entrada para ver a una banda local desconocida por 10 euros se gasta 200 si viene Taylor Swift, pero es el único concierto al que van en todo el año. Sinceramente no sé cuál sería la solución.

Fotografía: Dani Mata
Jajaja pues de esos que no saben de dónde viene la leche, una leche les daba yo! Jajajaj es broma.
Es cierto que a menudo se dice que el jazz tiene más espacio fuera de España que dentro. ¿Cómo ha sido tu experiencia en ese sentido?
Sin duda alguna. Yo siempre procuro ir a conciertos cuando me voy fuera de viaje, y me doy cuenta de que en Madrid cada vez hay menos salas pequeñas y no hay salas de aforo medio: de la sala Sol saltas ya a la Riviera. El tema es que los proyectos locales rara vez tenemos espacio en salas tan grandes, eso es la muerte para nosotros. Creo que en Barcelona están algo mejor, pero sin duda el panorama es desalentador si además comparamos con otras capitales europeas.
Y abriendo el melón de la actualidad en la comunicación, en un mundo donde la música digital y las redes sociales lo dominan todo, ¿cómo encuentra su espacio una artista como tú?
Cuando grabé mi primer disco pensé: “tiene que haber gente como yo, aficionados a la música que busquen sonidos sin adulterar, sin artificios, sin postureos y sin chorradas”. Así que decidí salir a su encuentro. Mi propuesta incluye hacer mis discos en vinilo y dar conciertos con músicos de verdad que tocan de verdad. ¿Y sabes? La hay. Hay gente como yo, aunque no son audiencias masivas y por tanto es un camino difícil, pero es el que he elegido y lo defiendo.
Totalmente de acuerdo que lo hay. Aquí ya somos 2 hablando jejeje. Y volviendo a tu proyecto… ¿qué es lo próximo que podemos esperar de Itziar Yagüe?
Quiero grabar otro disco a finales de este año, disco del que adelantaré un single justo antes del verano, una versión de “La Paloma” que he grabado con Paul San Martín y Fran Serrano para la banda sonora de un documental aún sin estrenar. Y sigo con la presentación del disco homenaje a Bessie Smith, que nos llevará de gira a Paul y a mí por algunas ciudades este verano. De momento este nuevo trabajo está gustando y nosotros estamos contentísimos.
Y para toda esa gente que ha llegado hasta aquí pero que no te conoce, ¿qué le dirías a alguien que aún no ha descubierto tu música?
Que si quiere adentrarse en una música muy sincera y adictiva, yo le recibo con alfombra roja. Me gusta pensar que la gente que escucha por primera vez mi música se emociona y se conmueve: para eso la hago.
De corazón y con absoluta sinceridad te diré que al menos a mi me pasó. Lo que más me gustó fue la autenticidad que se percibe.
Y para cerrar, si pudieras dar un solo consejo a una persona que sueña con dedicarse a la música, ¿cuál sería?
El mismo que me dieron a mí: no pienses en nada y haz la música, y hazla lo mejor que puedas, de manera honesta y humilde. Que sea un reflejo fiel de tus sentimientos, porque será la única manera de defenderla. No se puede vender algo en lo que uno no cree.