A pocas semanas de que Imagine Dragons desembarque en Madrid (28 de junio, Cívitas Metropolitano) y Barcelona (1 de julio, Estadi Olímpic), no está de más mirar atrás y recordar cómo cuatro músicos de Las Vegas acabaron llenando estadios por todo el planeta, con una carrera que mezcla épica, vulnerabilidad y toneladas de estribillos imposibles de olvidar.
Todo comenzó en 2008, cuando Dan Reynolds, un chaval mormón que había dejado los estudios de comunicación, empezó a escribir canciones mientras luchaba contra su ansiedad. Pronto se cruzó en su camino el guitarrista Wayne Sermon, un virtuoso graduado en Berklee al que le fascinaba mezclar guitarras atmosféricas con texturas electrónicas. A ellos se unieron Ben McKee al bajo y Daniel Platzman a la batería. Cuatro piezas distintas, pero que encajaban como si hubiesen sido talladas para estar juntas.
En sus primeros años, Imagine Dragons fueron una banda de batalla. Tocaban en bares, casinos y bodas de Las Vegas con tal de mantenerse a flote. El despegue llegó en 2012 con Night Visions, un álbum debut que incluía “Radioactive”, esa bomba sonora que mezclaba rock alternativo, beats industriales y una voz desgarradora que parecía gritar desde lo más profundo del alma. El tema arrasó: les valió un GRAMMY®, récords de permanencia en listas y el pasaporte al estrellato global.
Desde entonces, la historia ha sido una sucesión de himnos generacionales como “Demons”, “Believer”, “Thunder” o “Whatever It Takes”. Pero Imagine Dragons nunca ha sido solo una máquina de hits. Su música ha transitado entre géneros sin miedo: del pop al indie, del rock épico al synth-pop, siempre manteniendo una narrativa emocional muy personal, hablando sin tapujos de salud mental, fe, rupturas o crecimiento interior.
Y aunque muchos críticos los miraron con escepticismo en sus inicios, la banda supo construir una conexión real con su público. Porque cuando Dan Reynolds sube al escenario, no hay poses: hay sudor, hay entrega, y hay un mensaje que resuena con millones.
Ahora, en pleno 2025, Imagine Dragons presenta LOOM, su sexto disco de estudio, con el que exploran nuevas capas de sonido sin renunciar a su identidad. Un trabajo que nace del autodescubrimiento y la madurez, producido junto a los suecos Mattman & Robin, y que les devuelve al centro de la conversación. LOOM suena como el resumen de todo lo vivido, pero también como una nueva página en blanco.
Y esa página está a punto de escribirse en directo en nuestro país.
Madrid. Barcelona. Miles de voces. Un rugido colectivo.
Y para calentar… Os dejamos el «Live in Las vegas» de hace poco más de un año….. ¡Absolutamente magistral!
