En el día de ayer, miércoles 1 de octubre, Madrid vivió una de esas noches que confirman por qué la capital sigue siendo un punto neurálgico para el metal internacional. La Riviera acogió un cartel que, sobre el papel, ya se intuía como uno de los más potentes de la temporada: Killswitch Engage como cabeza de cartel, acompañados por un trío de teloneros de alto voltaje —Employed To Serve, Decapitated y Fit For An Autopsy— que convertían la velada en un recorrido completo por varias vertientes extremas y modernas del metal.
Con las puertas abiertas desde las 18:00h, el ambiente se empezó a calentar desde muy temprano. Filas largas, camisetas de todos los grupos participantes y un ambiente de expectación que mezclaba a veteranos del metalcore con seguidores más jóvenes de la nueva hornada. La Riviera, con su clásica distribución de pista ancha y balcón, prometía ser testigo de una jornada intensa.
Employed To Serve – El rugido temprano
Los británicos Employed To Serve fueron los encargados de romper el hielo apenas veinte minutos después de la apertura. Su propuesta, a caballo entre el hardcore más abrasivo y el metal contemporáneo, resultó ser la chispa inicial perfecta.
Desde el primer momento, su vocalista se adueñó del escenario con una actitud arrolladora, consciente de que no todos los presentes estaban allí para verles, pero decidida a ganarse a cada espectador. Su energía fue tan contagiosa que en pocos minutos la pista ya estaba repleta de círculos de mosh y cuerpos en movimiento.
La Riviera, todavía en proceso de llenarse, respondió con una entrega notable, especialmente en las primeras filas, donde se notaba que parte del público ya los tenía bien fichados. Su set, breve pero intenso, sirvió de recordatorio de por qué se han convertido en una de las bandas emergentes más comentadas dentro de la escena europea. Sin alardes innecesarios y con un sonido sorprendentemente sólido para ser los primeros de la tarde, Employed To Serve dejaron claro que no estaban allí solo para calentar, sino para dejar huella.

Decapitated – Precisión quirúrgica desde Polonia
Tras un cambio rápido de escenario, llegó el turno de Decapitated. Los polacos llevan años consolidándose como una referencia indiscutible del death metal técnico, y lo volvieron a demostrar en Madrid con una actuación que fue pura contundencia.
El cuarteto subió al escenario con una seguridad aplastante, desplegando riffs milimétricos y una batería que golpeaba como un martillo neumático. Su vocalista, imponente en presencia y voz, guió a la audiencia a través de un repertorio que alternaba velocidad endiablada y pasajes densos que hacían vibrar cada rincón de la sala.
El público, ya mucho más numeroso, se entregó por completo. Si con Employed To Serve el ambiente había empezado a encenderse, con Decapitated el fuego ya estaba desatado. El wall of death que protagonizó el clímax de su actuación fue uno de los más recordados de la noche, con decenas de personas lanzándose al choque como si no hubiera mañana.
El sonido, nítido y poderoso, favoreció el lucimiento de la banda. Hubo momentos en los que la sala parecía demasiado pequeña para contener esa avalancha sonora. Decapitated no se guardaron nada y demostraron por qué, más allá de modas, siguen siendo una institución dentro del death metal moderno.

Fit For An Autopsy – El peso de lo inevitable
Si algo demostraba el cartel de esta gira era su capacidad para construir una narrativa musical ascendente. Después de la precisión brutal de Decapitated, llegaba el turno de Fit For An Autopsy, uno de los nombres más respetados dentro del deathcore contemporáneo.
El sexteto estadounidense hizo su aparición con una puesta en escena oscura, acompañada de un sonido aplastante que no tardó en envolver la sala. Sus guitarras, pesadas y atmosféricas a la vez, marcaron un cambio de tono en la noche: menos velocidad, más densidad; menos técnica pura, más groove devastador.
La Riviera, ya prácticamente llena, respondió de manera espectacular. Los breakdowns fueron recibidos con auténticas avalanchas de movimiento en la pista, y no faltaron los surfers sobrevolando cabezas hasta llegar a las primeras filas. La banda supo equilibrar momentos de agresividad extrema con pasajes más atmosféricos, generando un contraste que intensificaba cada descarga de brutalidad.
Uno de los puntos fuertes de Fit For An Autopsy fue la conexión con el público. Entre tema y tema, su vocalista agradeció la entrega de Madrid y reconoció la importancia de estar compartiendo escenario con bandas a las que ellos mismos habían admirado en su juventud. Esa humildad, unida a su demoledora actuación, los convirtió en uno de los grandes vencedores de la noche.

Killswitch Engage – El metalcore en estado de gracia
Llegaba el momento más esperado: la aparición de Killswitch Engage. La banda de Massachusetts, pionera y referencia indiscutible del metalcore, llevaba años sin visitar Madrid como cabeza de cartel y la expectación se palpaba en cada rincón de la sala.
Desde el instante en que se apagaron las luces y sonó la intro, el rugido del público fue ensordecedor. La Riviera, con el cartel de “sold out” colgado desde semanas antes, se convirtió en una caldera en la que miles de voces coreaban antes incluso de que la banda tocara la primera nota.
Killswitch Engage ofrecieron un espectáculo impecable, equilibrando a la perfección los temas más recientes con los grandes clásicos que los han convertido en leyenda. Su vocalista, con una interpretación arrolladora, alternó registros melódicos y guturales con una naturalidad asombrosa, mientras el carismático guitarrista Adam Dutkiewicz no solo brillaba en lo musical, sino también en lo escénico, con sus habituales bromas y desparpajo.

El sonido fue de una claridad notable, permitiendo apreciar tanto la contundencia rítmica como las melodías que siempre han sido seña de identidad de la banda. La Riviera vibraba con cada estribillo coreado a pleno pulmón, y el pogo no cesó en ningún momento. Desde el centro de la pista hasta el fondo de la sala, la entrega del público fue total.
Hubo momentos especialmente emotivos, con la banda agradeciendo de corazón la pasión madrileña y recordando la importancia de volver a girar por Europa tras los años de incertidumbre. Se notaba que, más allá de la profesionalidad, había una conexión sincera entre el grupo y la audiencia.
El clímax final fue una explosión colectiva. Cientos de brazos levantados, saltos sincronizados y una ovación ensordecedora que se prolongó incluso después de que la banda abandonara el escenario. No hubo bises innecesarios: lo que Killswitch Engage ofrecieron en esa hora y media fue tan redondo que resultaba imposible pedir más.

Conclusión – Una noche para el recuerdo
La velada del 1 de octubre en La Riviera no fue solo un concierto, sino una celebración del metal en sus distintas formas. Desde la fiereza hardcore de Employed To Serve, pasando por la precisión de Decapitated y la densidad de Fit For An Autopsy, hasta culminar con la maestría de Killswitch Engage, el cartel construyó un viaje musical que mantuvo la intensidad en lo más alto de principio a fin.
El público madrileño respondió como acostumbra: entregado, apasionado y dispuesto a darlo todo en cada minuto. Y las bandas, conscientes de ello, no se guardaron nada. Fue una de esas noches en las que la comunión entre escenario y pista alcanza un nivel casi perfecto.
Cuando las luces se encendieron y los asistentes empezaron a abandonar la sala, las sonrisas y comentarios lo confirmaban: habíamos sido testigos de un concierto destinado a ser recordado. Killswitch Engage y compañía no solo ofrecieron música, ofrecieron una experiencia que reafirma la vigencia y la fuerza de una escena que sigue creciendo y evolucionando.
Madrid, una vez más, rugió al ritmo del metalcore, el death y el hardcore, y lo hizo con la intensidad de quien sabe que ha vivido una de las grandes noches del año.