La primera jornada del Tenerife Music Fest llegó cargada de energía por la calidez de los miles de asistentes que se congregaron en el puerto de Santa Cruz. Aunque las nubes amenazaban con lluvias, el ambiente se mantuvo cálido gracias a la música y la pasión de los tinerfeños.
La jornada comenzó de manera notable con las actuaciones de dos talentos locales: Said Muti y Mel Ömana, cuyas presentaciones fueron un merecido reconocimiento al talento canario. La velada se fue intensificando con el emotivo tributo de Mikel Erentxun y Diego Vasallo, celebrando cuatro décadas de música con Duncan Dhu.
A medida que caía la noche, el icónico grupo mexicano Maná tomó el escenario, desatando una ola de emoción que recorrió a cerca de 15.000 canarios. Con su gira «Vivir Sin Aire», los integrantes Fher Olvera, Juan Calleros, Álex González y Sergio Vallín recordaron a todos por qué siguen siendo una de las bandas más queridas de habla hispana. Sus clásicos, como «Rayando el sol» y «En el muelle de San Blas», resonaron con fuerza. Ni una pequeña llovizna fue capaz de parar a estos gigantes de la música. Pero sin duda, el momentazo de la noche llegó cuando Fher se puso la camiseta del Club Deportivo Tenerife, a lo cual los asistentes respondieron con aplausos y vítores. La energía festivalera continuó con las actuaciones de Lia Kali y el tinerfeño Real el Canario, ofreciéndonos ambos un espectáculo de increíble calidad.
El sábado trajo consigo una prometedora segunda jornada que incluiría a Molotov, Vanesa Martín y el imperdible Residente, quien sería el gran protagonista de la noche. Desde las 17:30 hasta casi las 02:00, la explanada del puerto se convirtió nuevamente en un centro de fiesta con cerca de 8.000 almas compartiendo la experiencia musical.
La banda mexicana Molotov encendió la noche con su característico rock lleno de mensajes sociales, provocando que el público se acercara con entusiasmo, ondeando banderas mexicanas y sin parar de saltar en canciones como»Puto» o “Gimme tha Power”. Después de la euforia desmedida causada por Molotov, Vanesa Martín llegó para traer tranquilidad al escenario, cautivando igualmente a todos con su voz y su carisma, incluso compartiendo su admiración por Molotov.
El cierre llegó de la mano de Residente, cuya actuación fue una de las más esperadas. René Pérez, con un mensaje de amor por Canarias y de solidaridad con causas globales, logró conectar con la audiencia, que no escatimó en ovaciones. Con temas icónicos como «Ron en el piso» y «Atrévete». Residente no solo ofreció un gran espectáculo musical, sino también un poderoso mensaje de unidad. Ese mensaje se hizo palpable cuando todos los tinerfeños gritaban al unísono: “Canarias no se vende, se ama y se defiende”. Entre los mensajes lanzados por René, se destaca el que desde siempre ha comulgado con su música: “haz lo que te apasiona”.
Los cubanos Orishas se encargaron de poner el broche de oro a un festival que celebraba su segunda edición, haciendo vibrar a los asistentes, con esa impecable banda, temas como «A lo cubano».
El Tenerife Music Fest sin duda dejó huella a todos los tinerfeños asistentes en las dos jornadas, despidiéndosehasta el año que viene. Dos días inolvidables llenos de música y cultura que Santa Cruz de Tenerife jamás olvidará.
