Hay festivales donde uno va a descubrir música. Otros, donde se va a vivir una experiencia espiritual. Y luego está el Arenal Sound, que es otra cosa. Es una declaración de intenciones. Es un baño de juventud, de carpe diem, de ese impulso vital que no entiende de edades ni de etiquetas. Da igual que vengas por primera vez o que ya hayas perdido la cuenta. Lo que pasa en Burriana durante estos días tiene más que ver con un estado mental que con un cartel. Y en 2025, ese espíritu se ha mantenido intacto, con una edición que ha rozado el sobresaliente.

UNA AMPLIACIÓN NECESARIA
La primera impresión al pisar el recinto este año fue clara: se respiraba mejor. Literalmente. El festival ha hecho una ampliación del espacio que, sin dejar de meter a varias decenas de miles de personas cada día, permite moverse con más facilidad, encontrar zonas de sombra más accesibles y, sobre todo, no sentir que estás en una lata de sardinas humana. Es un cambio sutil pero muy de agradecer. La experiencia general mejora, y eso se nota en los rostros, en las ganas de bailar, de quedarse a ver un concierto entero en vez de estar pensando en el agobio.
La zona de prensa, gracias a Repsol, ha dado también un salto cualitativo. No solo por la comodidad, sino por el detalle de ofrecernos una paella la primera noche. Puede parecer una tontería, pero en este tipo de eventos cualquier mimo se agradece como oro. Que alguien piense en quienes estamos ahí currando también cuenta. Para el próximo año, con que las otras 3 noches también nos den algo de cenar, prometemos quedarnos super contentos.

DÍA 1: UN TEMPLO DE MÚSICA Y JUVENTUD
El primer día del Arenal Sound siempre tiene algo especial. Es el reencuentro, la primera cerveza con los amigos de festivales, el descubrimiento de quién se ha traído el outfit más llamativo. Y también es el momento en el que te das cuenta de que aquí no hay edad. Hay actitud.
En lo musical, fue un día de calentar motores, pero no por ello menos potente. La sensación general era de euforia colectiva. La música urbana volvió a reinar en el escenario principal, con propuestas para todos los gustos, desde lo más mainstream hasta joyas más escondidas. No hay lugar en el que nos sintamos más juveniles en todo el año. Y eso, más allá de cualquier análisis técnico, es una droga blanda altamente adictiva.

DÍA 2: LA NOCHE DE LAS PRUEBAS SUPERADAS
Si el jueves fue el calentamiento, el viernes fue la consolidación. La noche en la que algunos artistas demostraron por qué están donde están.
Trueno, por ejemplo, fue una auténtica lección de lo que significa el rap hoy. Lejos de clichés, con flow, presencia y mensaje, puso en pie a miles de personas que coreaban cada verso como si les fuera la vida en ello. Chanel, por su parte, demostró que la sensualidad escénica puede ser una forma de arte en sí misma. Elegancia, fuerza y carisma.
Y luego Melendi. Qué decir de él. Que lleva años en esto, que ha evolucionado, que algunos aún no le perdonan el cambio de estilo… pero que sube a un escenario y pone a cantar a chavales de 18 y señores de 60. Eso es patrimonio nacional. Y no lo decimos con ironía. El tipo es una leyenda, lo sepa uno o no.

DÍA 3: LÁGRIMAS, POSTUREO Y SORPRESAS
El sábado se confirmó como uno de los días más intensos, no tanto por el cartel, que sobre el papel parecía más flojo, sino por la energía que se respiraba en todo el recinto.
Para empezar, el festival tiene cada vez más oferta paralela, que este año lo descubrimos este tercer día yendo a primera hora: zona de piscina con DJ desde media tarde, escenarios que se activan a partir de las 19:00 y una actitud del público que mezcla fiesta, ganas de pasarlo bien y esa especie de ritual veraniego que convierte Arenal en una burbuja.
Y sí, es el festival donde más gente hemos visto llorar a moco tendido en mitad de un concierto. De emoción, de felicidad, de nostalgia. Es una escena que se repite y que nos recuerda por qué esto no va solo de música. También es, con diferencia, el festival con más postureo de España. Pero ojo: es un postureo honesto. Gente que se lo curra, que lo disfruta, que posa porque le gusta hacerlo. Y ver a gente feliz sin hacer daño a nadie a mi siempre me gusta,
Musicalmente, el escenario Negrita fue lo mejor del día. Con Walls dándolo todo desde el primer minuto y una Belén Aguilera que fue, sin duda, la gran sorpresa de la jornada. Un directo que conectó, que emocionó, que subió el nivel.

DÍA 4: LA RESACA EMOCIONAL
El domingo tiene siempre ese regusto amargo de los finales que no queremos que lleguen. El cansancio pesa, las piernas fallan, pero el ánimo sigue firme. Porque uno no quiere que se acabe. Y eso es porque lo que ha pasado ha sido bueno, muy bueno.
El equipo del festival merece un aplauso. Por la organización, por la seguridad, por la limpieza, por mantener una experiencia que ya ha trascendido los carteles. Aquí la gente compra la entrada sin mirar quién toca. Porque sabe que lo que va a vivir vale la pena. Eso no lo consiguen todos.
En lo musical, no fue la noche más potente. Lo decimos sin problema. No nos quedamos a ver a Omar Montes, porque no podemos con él ni con su propuesta. No nos va. Pero eso no quita que para mucha gente fuera el cierre ideal. Y eso también hay que respetarlo.
Lo importante es lo otro. Ese aire de despedida colectiva, de abrazos largos, de miradas que dicen “el año que viene aquí otra vez”. Porque eso es Arenal. Un reencuentro anual con la mejor versión de uno mismo.

CONCLUSIONES: SER SOUNDERS ES UNA FORMA DE VIDA
A estas alturas, ya no se trata de ver a tal o cual artista. Arenal Sound se ha convertido en una forma de vida estival. En una cita que mezcla hedonismo, energía juvenil y una pasión desbordante por vivir cada instante como si fuera el último. Un festival que no se entiende sin sus sounders, esa legión de fieles que lo llenan año tras año, cartel mediante o sin él.
Y nosotros, una vez más, nos declaramos sounders. Porque aquí somos más jóvenes. Porque aquí somos más libres. Porque aquí, durante cuatro días, el mundo se pone en pausa y todo cobra sentido.
Hasta el año que viene, Arenal. Que sean muchos más.


































