El festival más rockero del país ha conquistado mi corazón en una edición en la que nos rodemos de 60.000 personas más cada día.

¡Ponte los cascos, agárrate a tu asiento y prepárate para la historia de nuestra primera vez en el Viñarock!

Déjame que te ponga en situación. Con mis 36 años a cuestas, nunca fui un gran fanático del rock español, pero decidí aventurarme en este festival como una especie de desafío personal. Quería descubrir si el Viñarock sería capaz de conquistar mi corazón y hacerme apreciar este género musical.

Y déjame decirte que las sensaciones fueron muy buenas.

El recinto del festival es impresionante. Con seis escenarios diferentes, había una variedad musical que abarcaba desde el rock más enérgico hasta el hip hop y el reggae más vibrantes. Cada escenario ofrecía un sonido de calidad, lo que hacía que cada actuación fuera una experiencia auditiva notable.

Pero no solo había música, también había una amplia oferta de comida y actividades para mantenernos alimentados y entretenidos.

La carpa dub se convirtió en uno de nuestros lugares fetiche también, donde el ambiente era siempre animado y los ritmos nos invitaban a volar y volar.

Sin embargo, lo que más nos sorprendió fue la diversidad de personas y el ambiente acogedor que se respiraba en el festival.
A pesar de que muchos de los grupos del cartel pertenecían a generaciones anteriores, nos llamó la atención la cantidad de jóvenes que llenaban el recinto.
Parece que la pasión por el rock español trasciende las barreras del tiempo y sigue atrayendo a nuevos seguidores.

A nivel puramente personal, os reconozco que ha sido una experiencia inolvidable poder plasmar a través de mi humilde cámara de fotos la felicidad de la gente y la pasión de todos y cada uno de los músicos que actuaron.

El Viñarock tiene una larga historia, siendo uno de los festivales con más carisma del panorama nacional, y ha logrado convertirse en un referente para los amantes de la música.
La gente acude al festival no solo por el cartel, sino también por la experiencia en sí.
Es un lugar donde se vive la música de una manera especial, rodeado de una comunidad de apasionados seguidores.

La organización del festival fue sólida. Los horarios se cumplieron y la limpieza del lugar era adecuada. Aunque hubo gran afluencia de asistentes y el festival agotó todas las entradas, la logística se mantuvo en orden y no hubo mayores contratiempos.
Es evidente que el Viñarock ha logrado establecerse como un evento bien estructurado y popular.

No podemos dejar de mencionar la hospitalidad del pueblo de Viñarobledo, que recibe a los visitantes del festival con los brazos abiertos.
Sus calles se llenan de vida durante esos días y el espíritu festivo se contagia por todas partes.
Es un lugar donde se puede disfrutar de la música y conocer gente apasionada por el rock de todas las nacionalidades y edades, por este motivo nos sentimos como si llevásemos toda la vida yendo, aunque fuese nuestra primera edición.

Descubrimos la diversidad musical que ofrece el festival, nos sumergimos en un ambiente animado y compartimos momentos memorables con personas de diferentes edades y gustos musicales.
Fue una experiencia que nos dejó con ganas de más y nos abrió los ojos a la grandeza del rock español.

Y estarás diciendo… ¿Y de música en sí y de los grupos que actuaron no hablas?

¡Tranqui, wey!
Echa un ojo al siguiente artículo (después de ver las fotitos de abajo, ya que has llegado hasta aquí…) y revive lo que fue para nosotros el top 10 de actuaciones del Viñarock 2023.

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